5 mujeres artistas que rompieron los esquemas

5 mujeres artistas que rompieron los esquemas

Las mujeres artistas han tenido un papel subordinado a lo largo de la historia. Esto las ha colocado como una otredad frente a la hegemonía que representan los artistas masculinos. En consecuencia, encontramos obras asombrosas elaboradas por pintoras con mucho talento que lamentablemente no han sido apreciadas como se debe. 

El trabajo de las artistas ha pasado tan desapercibido en muchos casos que es difícil rastrear las piezas más antiguas. En muchos casos y al igual que otras disciplinas, las pintoras tuvieron que esconder su identidad para poder crear y compartir su obra con el mundo. 

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Gracias a la lucha de muchas mujeres artistas por su visibilización y el reconocimiento de sus derechos humanos, las limitaciones que evitaban su inserción en diversos sectores fueron dejadas atrás. Durante el siglo pasado se logró que muchas mujeres artistas pudieran firmar con su nombre sus obras. También se logro que pudieran recibir reconocimiento y retribución económica por ellas. De esta forma es que podemos reconocer el trabajo de mujeres en el arte tales como: Remedios Varo, Louise Bourgeoi, Berthe Marisot, Paula Rego y Leonora Carrington. 

Remedios Varo 

Nacida en España, fue una reconocida pintora perteneciente a la corriente del surrealismo. Esta gran artista fue uno de los muchos casos de exilio que llegó a México buscando un nuevo hogar y que en efecto, lo encontró. Comenzó su vocación a temprana edad al entrar a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la misma de la cual Salvador Dalí fue expulsado, con tan solo 15 años. 

Participó en diversas exposiciones durante su estadía como estudiante, sin embargo, fue hasta 1935 que empezó a ser relevante en su medio. Años más tarde se mudó a París, donde tuvo la oportunidad de reunirse con las grandes figuras del movimiento surrealista como André Breton. 

Durante la primera parte de su vida, su arte estuvo enfocado al ámbito comercial, sin embargo, la pintora no quería que su obra se quedara estancada en ese entorno. En 1941 al llegar a la Ciudad de México junto con su pareja, el poeta Benjamín Péret, Remedios Varo se dio cuenta de que tenía un potencial mucho más grande, por lo que en 1952 decidió iniciar a “pintar en serio”. El 8 de octubre de 1963, después de haber pintado el óleo titulado “Naturaleza muerta resucitando” , Remedios Varo muere víctima de un infarto.   

Louise Bourgeoi

Fue una artista y escultora francesa con nacionalidad estadounidense conocida por su obra más famosa “Maman” que consta de una escultura enorme de araña. Esta le dio como resultado el apodo de “mujer araña”. En 1940 se mudo a Nueva York y comenzó a incursionar en la escultura. Su trabajo se caracteriza por hacer referencia a la figura humana y a sus fragmentos, mediante los cuales representa emociones como la ansiedad y la soledad.

La artista se formó en La Soborna, antigua universidad de París, en la disciplina de matemáticas y geometría de la cual se graduó. Posteriormente asistió a diversas academias de bellas artes y recurrió a distintos estudios para aprender de primera mano, técnicas de otros artistas para llevarlas a cabo ella misma. 

Al llegar a los Estados Unidos Bourgeoi siguió estudiando pintura y acercándose a distintas personalidades de la escena pictórica, como lo fue su amistad con Miró en 1947. Esta pintora es reconocida como una de las más importantes del arte contemporáneo y a pesar de que en un inicio no se consideraba a ella ni a su obra como feminista, fue cambiando de opinión hasta integrarse en diversos grupos de mujeres que buscaban transgredir el arte por medio de su obra desde esta postura teórica. 

Louise Bourgeoi utilizaba materiales para representar la feminidad y aspectos abstractos que ella denomina de “pre-género”. Sin embargo, al final de su vida se dedicó a hablar a favor de la igualdad para la comunidad LGBT+ mediante su arte. Esta artista murió el 31 de mayo del 2010 a causa de un infarto. 

Berthe Marisot

Al igual que Monet, Berthe Marisot fue una pintora clave del movimiento impresionista. Es considerada como “la gran dama de la pintura” debido a que su gran talento le otorgó el reconocimiento de sus colegas varones. Esta artista comenzó su carrera formalmente a los 23 años haciendo exposiciones en el Salón de París. 

Gracias a la influencia de sus padres, amantes de la música y el arte, Marisot y sus hermanas buscaron iniciarse en la formación del dibujo. Se les otorgaron clases privadas y tutores muy importantes que les proveyeron de conocimiento y técnica que les permitieron comenzar a exponer su obra. En 1873 Berthe se incorporó a la vanguardia que estaba comenzando a establecerse: el impresionismo. 

Marisot consiguió entrar a los círculos artísticos del momento donde otras mujeres estaban vetadas. Lamentablemente el inicio de la guerra franco-prusiana truncó la carrera de diversos artistas, entre ellos la de Berthe, pero posteriormente la retomo al volver a París. Después de la muerte de su marido, a los cincuenta y cuatro años, Berthe Marisot murió de una congestión pulmonar el 2 de marzo de 1895. Esta pérdida fue muy resentida, a tal grado que un año después de su fallecimiento sus colegas Degas, Renoir, Monet, Mallarme, entre otros, organizaron la primera exposición retrospectiva de la artista. 

Paula Rego

Es una de las grandes pintoras figurativas del XX, su obra es conocida por el carácter combativo del que está impregnada su estética. A pesar de haber nacido en Lisboa del dictador Salazar, esta artista decidió mudarse a Londres, donde inició y consagró una carrera exitosa. Donde sobresale por sus imágenes traumáticas y siniestras basadas en su infancia. 

Su obra está colocada entre el pop-art y el expresionismo. Trabaja con temas de realidades sociales polémicas desde una perspectiva que podría catalogarse como subversiva. Igualmente su estética se ha comparado con los cómics o con la caricatura debido a los recursos que utiliza. Durante la década de 1960 y hasta 1975 dividió su tiempo entre su trabajo en Portugal y en Inglaterra. Ahí fue donde comenzó con su obra formal inspirada en el neo-dadaísmo, donde mezclaba técnicas y jugaba con distintos tipos de imágenes. 

Fue nombrada como doctora Honoris Causa en universidades, también fue galardonada con distintos reconocimientos por parte de Lisboa. Igualmente el servicio postal británico emitió un juego de sellos de sus litografías de Jane Eyre y recibió el Premio Amadeo de Souza-Cardoso.

Leonora Carrington

Íntima amiga de Remedios Varo, esta escritora y pintora inglesa, se convirtió en otro de los grandes nombres del movimiento surrealista en el mundo. Desde joven esta artista decidió tomar su propio camino, pues a pesar de haber sido formada en el Convento del Santo Sepulcro, mismo donde Oscar Wilde fue encarcelado, no siguió con la tradición de poner como prioridad el buscar marido.

Por el contrario, en 1936 ingresó a la academia Ozenfant de arte que se encontraba en Londres, fue aquí donde entró en contacto con el movimiento surrealista y donde tuvo contacto con personajes como Joan Miró, André Breton, Pablo Picasso y Salvador Dalí. 

Durante su formación conoció al famoso artista Max Erns, quien más tarde se convertiría en el gran amor de Carrrington. Sin importar la diferencia de edad ambos decidieron vivir juntos. No obstante, no contaban con que la ocupación nazi arrestara a Erns y lo llevara a un campo de concentración.  Este acontecimiento le costó a Leonora una fuerte desestabilización psíquica. 

Debido a lo anterior Carrington se vio obligada a huir y llegó a España. Por órdenes de su padre fue ingresada en un hospital psiquiátrico de Santander. Escapó de dicho hospital en 1941 y llegó a Lisboa, donde la embajada de México le brindó asilo. En 1942 emigró a México y se reencontró con antiguos colegas que igualmente estaban en el país, como fue el caso de su gran amiga Remedios Varo. 

Leonora dedicó sus últimos años a la escultura en bronce, creando múltiples realidades que enfrentan la vejez. El 25 de mayo de 2010 muere de neumonía a la edad de 94 años. 

Las mujeres artistas y su legado

No hay dudas de que las mujeres siempre han estado presentes en todos los aspectos de la historia. Lamentablemente no se les había reconocido como se debía. Afortunadamente las nuevas generaciones están en busca de esos personajes que merecen un lugar protagónico. En especial de esas mujeres artistas que cimentaron la base para que muchas otras mujeres pudieran incursionar en un mundo que parecía muy alejado para ellas.

Igualmente, es importante mencionar que estas mujeres artistas formaban y forman parte de un gremio que ha posicionado a las figuras femeninas como objetos de goce. Por lo que el trabajo de protesta por parte de estas pintoras y escultoras es fundamental para derribar esa tradición que deshumaniza los cuerpos femeninos y brindarles una voz.

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Por Elena Muñoz

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Elena Rendón

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