La leyenda del Tlacuache que le regalo el fuego a los mexicanos

La leyenda del Tlacuache que le regalo el fuego a los mexicanos

El tlacuache es un curioso marsupial que habita zonas de la ciudad de México y otros estados. Debido a su aspecto y que los asentamientos humanos se encuentran cerca de su hábitat natural es asediado por el hombre y depredadores naturales, este marsupial se encuentra en peligro de extinción y es que suelen confundirlo con ratas.

El tlacuache es omnívoro, se alimenta de frutos, insectos y hasta desperdicios producidos por el hombre. Suele medir al rededor de 45 cm tiene el hocico largo y puntiagudo, sus orejas son pequeñas y de color pardo rojizo al blanco grisáceo.

Este curioso animalito protagoniza una leyenda urbana, el Tlacuache fue el encargado de brindarnos el fuego cuando nuestros antepasados más los necesitaban. Te compartimos la leyenda.

El Tlacuache nos regalo el fuego

La leyenda del Tlacuache y el fuego es una historia muy interesante de la cultura mexicana. Se dice que, en la época prehispánica, los humanos pasaban noches heladas y en la oscuridad. No podían cocinar sus alimentos porque no conocían el fuego, fue una temporada difícil. Los humanos cazaban por la mañana y los tlacuaches solían ser presa fácil de los humanos, sin embargo por la noche los humanos eran presa de otros animales.

Una noche se desprendió lumbre de una estrella que pasaba alrededor, una anciana audaz guardo el fuego para ella sin compartirlo con nadie más. Los humanos buscaban desesperados la manera de robarle un poco de fuego para iluminarse en las noches, cocinar sus alimentos y protegerse.

Fue entonces cuando el Tlacuache, un animal inteligente y astuto, ideó un plan para obtener el fuego de la ancianita a los humanos. La única condición era que ellos dejarán de cazar y comer tlacuaches. Aunque nadie le creyó emprendió camino para recuperar un poco de fuego.

Una noche, se acercó sigilosamente a la hoguera de la anciana y logro encender su cola, entonces salió corriendo a repartir el fuego con los humanos, cumpliendo así con su promesa.

Fue por esta razón que el marsupial se quedó con la cola pelada,  a partir de ese momento, los humanos pudieron cocinar sus alimentos, mantenerse calientes durante las noches frías y protegerse de los animales feroces. Sin embargo se llevó tremenda decepción al saber que los humanos no cumplieron con el trato y siguieron cazando a su especie.

Esta leyenda nos cuenta sobre la astucia y la inteligencia de los animales, quizás sea por esta razón que los Tlacuaches siguen sobreviviendo a la invasión de su hábitat, un ejemplo de que la naturaleza es una fuente de sabiduría y conocimiento.

Grecia Quintero

Redactora de medio tiempo, soñadora de tiempo completo. Ciudadana interesada en la gestión cultural. IG: @greiss_q

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