7 elementos que no pueden faltar en tu ofrenda

7 elementos que no pueden faltar en tu ofrenda

Día de Muertos, una de las tradiciones mexicanas más importantes y representativas del país, conoce más de esta celebración. 

La ofrenda de Día de Muertos es un ritual  que une el nuevo y el viejo mundo, una mezcla cultural influenciada por los europeos, quienes ponían flores y veladoras, los indígenas agregaron su propia esencia; comida y flor de cempasúchil. La ofrenda despierta recuerdos y memorias, un reencuentro con seres queridos y compartir con ellos. 

Durante los dos primeros días del mes de noviembre, a los muertos se les recibe con la ofrenda; diversos elementos que fomentan y preservan el encanto espiritual; naturales, discretos y espirituales.

7 elementos que son esenciales en tu ofrenda de Día de Muertos

Coloca agua para calmar la sed

La fuente de la vida. Se ofrece a las ánimas para calmar su sed y fortalecer su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.

Sal en la ofrenda

Elemento de purificación. Sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje, de ida y de vuelta el próximo año. 

Veladoras y velas

Luz de fe y esperanza. Los antepasados mexicanos usaban rajas de ocote, actualmente se usa cirio; velas, veladoras o ceras. Su flama guía a las ánimas para que puedan llegar a sus antiguos hogares.

En distintas comunidades indígenas, cada veladora representa a un difunto, por lo que el número de veladoras que tendrá el altar, depende de las almas que quiera recibir la familia.

La forma de colocar las velas tiene su propio significado: si los cirios son morados, es señal de duelo; cuando se ponen en cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, para que el ánima pueda orientarse para encontrar el camino a casa.

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Copal e incienso 

Elemento de oración o alabanza. El Copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses, porque este material no se conocía, pero llegó a manos de los españoles. Su fragancia es una reverencia, se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y el ánima pueda entrar a la casa sin peligros que la desvíen.

Flores para decorar el altar

Símbolo de festividad, pureza y ternura. Cempasúchil, nube, alhelí son las más populares para esta celebración, sus colores y fragancias ayudan para aromatizar el lugar durante la estancia de las ánimas.

Los indígenas creían que la cempasúchil era una planta curativa, pero ahora solo sirve para guiar a los difuntos a sus altares y es el principal atractivo visual en todo adorno en torno a la celebración. 

Pan para mitigar el hambre

Ofrecimiento fraternal. La iglesia católica lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”. Uno de los elementos más esenciales, elaborados y apreciados dentro de esta tradición mexicana.

Foto del difunto

El alma visitante. Hay distintas versiones que aseguran que el retrato debe ser escondido, que solo pueda verse con ayuda de un espejo, debido a que puede verse pero ya no existe.

Los retratos, sirven para obtener la libertad de esa alma que está de visita, en el caso de que estuviera atrapado en el purgatorio.

Se puede colocar imágenes de santos, como medio de interrelación entre vivos y muertos ya que la ofrenda es sinónimo de buenas relaciones sociales.

Calaveritas de azúcar

Representación de la muerte. Las hay de distintos tamaños y significados: las calaveras chicas son dedicadas a la Santísima Trinidad; las medianas aluden a la presencia de muerte en todo momento y las grandes interpretan al padre eterno.

El Día de Muertos, es una tradición mexicana que ha prevalecido por años y busca perdurar en futuras generaciones, una celebración llena de colores, significados, símbolos, una convivencia pacífica y de respeto con la muerte.

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Amairani Hernández

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